LEYENDAS URBANAS

EN ESTA OCASIÓN, BASÁNDONOS EN ALGUNAS DE LAS MÚLTIPLES LEYENDAS URBANAS QUE CIRCULAN POR AHÍ, VAMOS A PRACTICAR LOS SIGUIENTES CONCEPTOS:


  1. HACER UNA SANGRÍA DE LA PRIMERA LÍNEA.
  2. PONER AL DOCUMENTO UN ENCABEZADO Y UN PIE DE PÁGINA CON NÚMERO.
  3. LETRAS CON WORDART PARA LOS TÍTULOS.
Y COMO NOVEDAD, VAMOS A VER CÓMO PODEMOS INSERTAR UNA CAPTURA DE PANTALLA, PUEDE SER UNA IMAGEN O PARTE DE LO QUE VEAMOS EN PANTALLA, TENED EN CUENTA QUE SERÁ UNA IMAGEN Y SI HAY TEXTO NO PODREMOS CAMBIARLO. HAY QUE TRATARLA COMO LA FOTO QUE ES.

PRIMERO, OS PONDRÉ EL TEXTO QUE DEBÉIS COPIAR EN UN NUEVO DOCUMENTO DE WORD:

Las leyendas urbanas, a diferencia de los cuentos infantiles son historias de miedo extrañas pero verosímiles que circulan de boca en boca como si fueran verdades indiscutibles. A diferencia de los rumores, se relatan con todo tipo de detalles y se cuentan como si fuesen sucesos verdaderos, o como noticias que ocurrieron hace mucho tiempo en un lugar determinado.
Hemos recopilado algunas leyendas urbanas cortas para todos aquellos valientes que quieran pasar una noche de miedo con sus amigos ¿estáis preparados?
Las monedas de oro
Esta es una leyenda de terror típica de Córdoba. La historia trata sobre una antigua casa del centro de la ciudad que se dice está encantada y cuenta que en ella hace mucho tiempo vivía una familia acomodada que tenía una hija pequeña y varias criadas a su servicio.

Una noche mientras la niña dormía escuchó unos ruidos en el pasillo, abrió lentamente la puerta de su cuarto para mirar el pasillo que comunicaba los cuartos, enormemente largo y oscuro, lleno de cuadros y enlosado. Al final del pasillo la niña vio lo que parecía un niño de su edad levantando una de las losetas y metiendo algo dentro de un hueco en el suelo. La niña no podía creerlo, lo que vio relucir en la mano del muchacho al pasar por la tenue luz que entraba por la ventana eran monedas de oro.
Cuando el niño se fue salió y se dirigió hacia allí; entonces apareció una de las criadas con una vela enorme que también había visto lo que había pasado y quería sacar partido. Decidieron que no dirían nada a nadie, todas las noches se acercarían y con la ayuda de la luz de la vela levantarían la loseta y sacarían las monedas hasta acabarlas. Todas las noches la niña, que por su tamaño cabía dentro, se metía en el hueco bajo la loseta e iba dando monedas a la criada, quien las iba guardando en un enorme saco. Una noche en medio de su labor la vela comenzó a parpadear haciendo amagos de apagarse, la criada le dijo a la niña que saliera del hueco, que ya tenían dinero de sobra. La niña le hizo caso y abandonó el escondrijo, pero en el último momento una moneda cayó del saco al hueco y, en un acto de avaricia y sin pensárselo siquiera, la muchacha se metió de nuevo en el hueco.
La criada intentó agarrarla pero no pudo, mientras le gritaba que por favor saliera de allí y dejara la moneda, pero en medio de ese griterío la vela terminó de apagarse. En el momento justo en que el último rayo de luz salió de la vela la loseta se cerró ante los ojos de la criada dejando a la niña dentro. La criada decidió no decir nada a nadie, los padres dieron a la niña por desaparecida y el tema se fue olvidando con el tiempo.
Pero aún en la actualidad dentro de esa casa se siguen oyendo por las noches los gritos de auxilio de la niña que repiten noche tras noche en el pasillo “Por favor…socorro…sacadme de aquí…”


La chica de la curva
Cuenta la leyenda que hace muchos años, mucho antes de que se construyera la autopista que ahora cruza las entrañas de la montaña de Garraf en Cataluña, era noche cerrada, caía una lluvia suave pero ininterrumpida y la niebla cubría la noche con su manto blanquecino, impidiendo ver más allá de unos pocos metros.
Un hombre iba conduciendo su coche por las curvas, deseoso de llegar a su casa y reencontrarse con su mujer y sus dos hijas después de un largo fin de semana de trabajo.
En una de las curvas del camino, vio a una autoestopista, una joven rubia, demacrada y pálida, empapada por la lluvia, con un largo vestido blanco desgarrado y sucio de barro. Este hombre decidió llevarla consigo y acercarla hasta el pueblo más cercano. Durante gran parte del trayecto, el hombre y la joven fueron hablando de cosas triviales, cuando, en un momento dado, antes de llegar a una de las curvas más cerradas y peligrosas de las cuestas, la joven le avisa de que reduzca la velocidad hasta casi detenerse y que pase muy poco a poco.
El hombre lo hace, y comprueba, asustado, que, de no haber sido advertido por ella del peligro, probablemente se hubiera despeñado por el barranco con el coche. Le da las gracias, agradecido por haberle salvado la vida, a lo que la joven contesta:
– No me lo agradezcas, es mi misión; en esa curva me maté yo hace más de 25 años, en una noche como ésta…
Y después de pronunciar estas palabras, desapareció, dejando como única prueba de su espectral aparición, el asiento húmedo del acompañante por sus ropas mojadas…


Verónica
Jamás frente a un espejo se debe decir de forma repetida nueve veces Verónica. Suele haber quienes se ríen al conocer esta historia, que lleva circulando por el mundo desde hace varias décadas.
Esta leyenda urbana habla de una chica llamada Verónica de aproximadamente de 14 años de edad, que una tarde en las que acostumbraba reunirse en el pueblo con sus amigos, hizo espiritismo en una casa abandonada en la cual tenían su guarida. Ella no siguió las reglas de los fantasmas, se burló durante toda la invocación, una silla que había en la habitación cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza.
Se dice que desde ese día Verónica aún no descansa en paz. Por eso su espíritu está condenado, vagando entre nosotros, buscando venganza entre aquellos que no saben respetar el otro mundo, como le sucedió a ella en la vida real.


La apuesta del cementerio
La siguiente leyenda puede variar, como es normal en la mayoría de las historias populares. Los protagonistas suelen ser una chica con un vestido o un chico con una capa, pero la trama es la misma. La protagonista, cuyo nombre se desconoce, era una joven tímida. Por el trabajo de su padre, ella y su familia cambiaban constantemente de ciudad y de amigos.
En uno de esos traslados, un grupo de compañeros retó a la joven a una prueba de valentía: debía ir al cementerio de noche y clavar una nota en la última tumba del camposanto en la que decía "Yo estuve aquí". La chica, con ansias de ser una más y poder integrarse rápidamente en el grupo, aceptó el reto y esa misma noche se dispuso a cumplir su tenebrosa misión. Aunque el cuerpo le pedía correr y abandonar el juego, la joven saltó la valla. Caminó entre el frío mármol, las siluetas de las cruces y las sombras de los ramos de flores posados encima de las tumbas. Cuando por fin llegó a la última tumba, sus ojos estaban empañados de lágrimas y sus manos temblaban por el miedo contenido. Con una chincheta clavó la nota en la que demostraba su valentía y al levantarse para salir corriendo, algo tiró de su falda, atrapándola. La mañana siguiente, al no tener noticias de la joven, el grupo de chicos se dirigió al camposanto. Allí encontraron su cuerpo inerte, con la falda de su vestido clavada con una chincheta a la última tumba del cementerio. Había muerto... de miedo.

El hilo rojo
Cuenta una leyenda corta proveniente de China que hace muchos años, un emperador pidió que fuese a su palacio una reputada bruja para que, mediante sus poderes mágicos, le mostrase con qué mujer se debía casar. La bruja, gracias a sus cualidades, era capaz de ver un larguísimo hilo rojo atado al meñique del emperador, y cuyo otro extremo debería estar el meñique de aquella persona predestinada a ser la futura esposa.
Así, la bruja y el emperador empezaron a rastrear el origen del hilo, hasta que después de viajar durante varias semanas vieron que este llevaba a una campesina pobre vestida con harapos y a cuyos brazos llevaba un bebé cubierto de suciedad. Airado al verse a sí mismo víctima de una broma, el emperador empujó a la campesina, cayéndole el bebé al suelo y dejando una herida en la cabeza de este, y se volvió a palacio tras ordenar el arresto de la bruja.
Muchos años después, tras ser aconsejado por el consejo de sabios, el emperador decidió casarse con la hija de un terrateniente del lugar; al iniciarse la ceremonia de boda y levantar el velo que cubría el rostro de su futura esposa, vio en su frente una cicatriz que le resultaba familiar.



Einstein era mal estudiante
Desde el siglo XIX se ha transmitido la idea de que Albert Einstein fue un mal estudiante. Se expresa que tuvo problemas de tartamudez y aprendizaje. Por tal motivo sus notas eran bajas; pero los investigadores refutaron este argumento. Revelaron que durante su infancia no padeció ninguna de esas dificultades. El único hecho verídico fue que se demoró en hablar.
El mito de que no era un buen alumno quizá derivó de las calificaciones que obtuvo en Suiza, país donde sus proyectos fueron ponderados con un seis, que era la valoración más alta.
Pero cuando regresó a Alemania su currículo no fue aprobado por sus decadentes notas, ya que en esta nación la evaluación más baja era seis. Entonces todo fue una equivocación de la facultad germana.



Unos muertos muy vivos
También existe el caso de personas que han fallecido y sin embargo se cree que están vivas o que vivieron más años de lo que la historia dice.
Destacaría el caso de dos “zombies” que tuvieron muchísimo impacto en el siglo pasado: Elvis Presley y Adolf Hitler.
A priori, el rey del rock falleció en el año 1977 tras luchar contra su propia autodestrucción a base de drogas y alcohol. Posiblemente muchos de sus fans no asumieron esta pérdida y hallaron un halo de esperanza en creerse la historia que aseguraba que Elvis había fingido su propia muerte y que realmente vivía en Argentina.
En la Argentina también se dice que vivió placenteramente Adolf Hitler. La leyenda cuenta que consiguió escapar del famoso bunker de Berlín donde pasaba sus últimas horas junto a Eva Braun.
Para ello, según el periodista Abel Basti, el genocida huyó en un vuelo desde Austria a España y desde allí tomo rumbo al país sudamericano. Lo cierto es que la historia no ha dejado claro que pasó con el cuerpo de Hitler, aunque la versión más aceptada es que fue incinerado.
Otros personajes a los que se cree “que no estaban muertos y si de parranda” son el empresario y político Jesús Gil, el actor y experto en artes marciales Bruce Lee, el cantante pop Michael Jackson o Pedro Infante, estrella mexicana de los años 50.


CUANDO TENGÁIS EL TEXTO EN VUESTRO DOCUMENTO, PONED EL TIPO DE LETRA QUE MÁS OS GUSTE Y EL TAMAÑO QUE DESEÉIS.

LOS TÍTULOS DE LAS HISTORIAS LOS VAMOS A HACER CON WORDART. LO RECORDAMOS A CONTINUACIÓN: PESTAÑA INSERTAR - WORDART Y ELEGIMOS UN TIPO DE LETRA. 
A CONTINUACIÓN MIRAD ESTA IMAGEN PARA CAMBIAR EL DISEÑO:



ACORDAOS QUE PARA MOVER EL TÍTULO HAY QUE HACER CLIC Y ARRASTRAR DESDE UNO DE LOS BORDES. TAMBIÉN PODÉIS CAMBIAR EL TAMAÑO Y EL COLOR DE LAS LETRAS, DEL CONTORNO Y DEL RELLENO.

AHORA VAMOS A APLICAR LA SANGRÍA A LA PRIMERA LÍNEA. SI NO OS ACORDÁIS, REVISAD EL BLOG DONDE SE EXPLICA EL PROCESO.

A CONTINUACIÓN, VAMOS A PONERLE UN ENCABEZADO Y UN PIE DE PÁGINA NUMERADA (POR ESO EL TEXTO DE HOY ES TAN LARGO).

EN LA PESTAÑA INSERTAR - ENCABEZADO Y ELEGIMOS UNO LLAMADO "MOSAICOS"
ESCRIBIMOS EL TEXTO "TRABAJO LEYENDAS URBANAS" Y PONEMOS AL AÑO ACTUAL. PARA SALIR DEL ENCABEZADO, HACED DOBLE CLIC FUERA.


JUSTO AL LADO DEL ENCABEZADO ESTÁ EL PIE DE PÁGINA, ELIGE EL QUE SE LLAMA "PAPEL PERIÓDICO" Y ESCRIBIMOS EL TEXTO "TIC EL TORCAL". LA PÁGINA SALE POR DEFECTO EN ESTE DISEÑO.


YA SÓLO NOS QUEDA APRENDER ALGO NUEVO. LO VAMOS A USAR CON IMÁGENES, PERO PODÉIS CAPTURAR CUALQUIER PARTE DE LA PANTALLA QUE TENGÁIS ABIERTA.
VAIS A TENER QUE TRABAJAR UN POCO BUSCANDO EN INTERNET IMÁGENES QUE ILUSTREN UN POCO EL DOCUMENTO. POR EJEMPLO, PODÉIS BUSCAR EN INTERNET "LEYENDAS URBANAS" Y DE LAS PÁGINAS QUE CONSULTEMOS, SELECCIONAMOS ALGUNAS IMÁGENES O LO QUE QUERÁIS. ¿CÓMO SE HACE? MUY FÁCIL:

PRIMERO, VAMOS A ABRIR LA PÁGINA DE INTERNET DE DONDE QUEREMOS TOMAR LA CAPTURA.
LUEGO, VOLVEMOS A NUESTRO DOCUMENTO, HACEMOS CLIC EN EL LUGAR DONDE QUEREMOS INSERTAR LA CAPTURA Y DESDE NUESTRO DOCUMENTO DE WORD, PESTAÑA INSERTAR - CAPTURA(en la flechita de abajo) - RECORTE DE PANTALLA:


APARECE LA ÚLTIMA VENTANA QUE HABÍAMOS ABIERTO (EN NUESTRO CASO, LA PÁGINA DE INTERNET), SE PONE OPACA Y APARECE UNA CRUZ. ESA CRUZ MARCARÁ LO QUE QUERAMOS CAPTURAR HACIENDO CLIC EN UNA ESQUINA DE LO QUE QUEREMOS Y ARRASTRANDO HASTA DONDE QUERAMOS. APARECERÁ EN NUESTRO DOCUMENTO DE WORD LO SELECCIONADO Y LO PODEMOS MANIPULAR COMO CUALQUIER OTRA IMAGEN.

ESPERO HABERME EXPLICADO BIEN. ES MUY FÁCIL DE HACER PERO MUY DIFÍCIL DE EXPLICAR SIN QUE LO VEÁIS, JEJEJEJE

BUENO, ESPERO QUE OS QUEDE ALGO CHULO. PARA CUALQUIER DUDA, YA SABÉIS CORREÍTO E INTENTO AYUDAROS LO QUE PUEDA.

OS PONGO UNA MUESTRA DE CÓMO PODRÍA QUEDAR:





PARA TERMINAR, COMO SIEMPRE, GUARDÁIS EL DOCUMENTO CON EL NOMBRE DE "LEYENDAS URBANAS" EN LA CARPETA "YOMEQUEDOENCASA" DE VUESTRO PENDRIVE.



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